Las Empanadas Mallorquinas: Un Bocado de Historia y Tradición

¿Sabías que en Mallorca hay un plato que une familias, cuenta historias centenarias y conquista paladares? Las empanadas mallorquinas, o panades, son mucho más que una delicia culinaria: son un símbolo de identidad, un ritual familiar y un viaje en el tiempo que te transporta a la esencia de la isla. ¿Quieres descubrir por qué son tan especiales? ¡Sigue leyendo!

Un Vínculo con Mallorca que Trasciende Generaciones

Las panades son el alma de la cocina balear. Aunque hoy se disfrutan todo el año, su momento de gloria llega en Semana Santa, cuando las familias mallorquinas se reúnen para prepararlas en un ritual que une a abuelos, padres y nietos.

Su forma, como pequeñas cestas de masa moldeadas a mano, refleja la sencillez y creatividad de la isla. Y su versatilidad en rellenos —desde cordero y cerdo hasta pescado y verduras— las convierte en un plato que se adapta a todos los gustos.

Historia: De Raíces Judías a la Mesa Mallorquina

Las panades tienen una historia fascinante. Sus orígenes se remontan a las empanadas judías mencionadas en el Talmud, conocidas como paixitia. Durante la Edad Media, Mallorca fue un crisol de culturas —judía, árabe y cristiana—, y las panades reflejan esta mezcla.

Con la llegada de la Inquisición en el siglo XV, la receta evolucionó: se añadió manteca de cerdo, un ingrediente prohibido en la dieta judía, como símbolo de la «cristianización» de los conversos. Este cambio no solo transformó su sabor, sino que las integró en la tradición cristiana de la isla.

Originalmente, las panades se preparaban con cordero y guisantes, simbolizando la Pascua y el fin de la Cuaresma. Hoy, su variedad de rellenos refleja la riqueza de Mallorca y la inventiva de sus habitantes.

Receta Tradicional: Panades de Cordero y Guisantes

¿Te animas a preparar panades en casa? Aquí tienes una receta clásica:

Ingredientes (para 8 empanadas):

  • Masa: 500 g de harina, 100 g de manteca de cerdo, 150 ml de aceite de oliva, 150 ml de agua, sal.
  • Relleno: 500 g de cordero, 150 g de guisantes, 50 g de sobrasada, aceite, sal, pimienta y pimentón.

Preparación:

  1. Relleno: Mezcla el cordero con sal, pimienta, pimientón y aceite. Añade los guisantes y deja macerar.
  2. Masa: Combina manteca, aceite, agua y sal. Añade la harina y amasa hasta obtener una masa lisa. Deja reposar 20 minutos.
  3. Formar las empanadas: Moldea la masa en cestas, rellena con la mezcla de cordero y guisantes, y cúbrelas con una tapa de masa. Sella los bordes y haz pequeños agujeros con un tenedor.
  4. Hornear: Hornea a 180 °C durante 45-50 minutos, hasta que estén doradas.

¡Y listo! Disfruta de unas panades que huelen a tradición y saben a Mallorca.

Anécdotas y Tradiciones que Dan Sabor

Las panades no solo se comen, se viven. Aquí algunas curiosidades:

  • Ritual Familiar: En Semana Santa, las familias se reúnen para prepararlas. Cada uno tiene un rol: amasar, rellenar, sellar. ¡Y siempre hay competencias sobre quién hace las más bonitas!
  • Bendición de Antaño: Antiguamente, las empanadas se llevaban al cura para ser bendecidas el Sábado Santo, un ritual que simbolizaba el fin de la Cuaresma.
  • Cantos de Pascua: El Domingo de Pascua, los jóvenes recorrían las casas cantando a cambio de panades, robiols o crespells. Una tradición que aún perdura en algunos pueblos.
  • Variaciones Regionales: En Palma, a veces se hacen con masa dulce, mientras que en el resto de la isla predomina la masa salada.

Conclusión: Un Bocado que Cuenta Historias

Las panades mallorquinas son más que un plato: son un legado vivo que une pasado y presente. Cada bocado es una historia de resiliencia, creatividad y amor por la buena comida.

¿Te animas a probarlas? O mejor aún, ¿a prepararlas en casa? Mallorca te espera con los brazos abiertos y una empanada llena de sabor. ¡Buen provecho! 

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