Iván Alonso Jiménez

Arucas, Gran Canaria
Panadero autodidacta, formador, fundador de la web Panes con Garra y autor del libro Simplemente PAN


Pan con garra: de la necesidad al propósito

Hay quien llega al pan por vocación y quien lo encuentra por necesidad. En el caso de Iván Alonso Jiménez, fue la segunda opción la que encendió la chispa. Corría el año 2010 cuando cerró la tienda de barrio donde solía comprar su pan de cada día. El supermercado no ofrecía una alternativa digna y, lejos de conformarse con productos precocidos, tomó una decisión: si quería buen pan, tendría que aprender a hacerlo.

Aquel fue el principio de una historia que ha ido fermentando a fuego lento durante más de una década. Hoy, Iván combina su trabajo como comercial de electrodomésticos en grandes superficies con una intensa actividad panadera que incluye enseñanza, investigación, divulgación y escritura. Es además el creador de la web Panes con Garra, donde comparte su visión del pan como forma de vida. “Me paso media vida entre masas”, afirma. Y no es una exageración.


De la panificadora a la fermentación lenta

Como muchos, comenzó con una panificadora y recetas adaptadas de Thermomix. Aquel primer acercamiento, más funcional que romántico, le sirvió para coger confianza. Pero no tardó en descubrir que lo verdaderamente emocionante estaba más allá del botón de encendido: en el tacto de la masa viva, en el aroma que se escapa del horno, en la espera y la observación.

A base de libros, prueba y error, fue abandonando los atajos y asumiendo la complejidad del proceso. “Sentir esa masa elástica y tibia entre las manos se convirtió en una experiencia relajante”, escribe en la introducción de su primer libro, Simplemente PAN. El gesto cotidiano se transformó en ritual; el pan, en camino.


Una enseñanza desde la experiencia

Desde hace casi tres años, Iván comparte todo lo que ha aprendido como formador en panadería. Imparte talleres y masterclasses que no solo enseñan técnicas, sino que transmiten una manera de entender el pan. Para muchas de las personas que asisten, el pan es una experiencia sensorial antes que una receta.
“He descubierto que hay un valor de mercado espectacular”, afirma. “Mucha gente quiere aprender a hacer pan, y no solo para comer mejor, sino por el simple placer de hacerlo”.

A la hora de enseñar, rehúye las verdades absolutas. No se aferra a la masa madre como símbolo de autenticidad, y no duda en defender el uso de levadura con fermentaciones largas cuando la vida diaria lo exige. “No está el panorama para desechar producto”, comenta con honestidad. Esa misma franqueza lo lleva a valorar tanto una harina ecológica de molino de piedra como una del supermercado, según el contexto.


Filosofía panarra

Iván es un firme defensor del pan como herramienta de transformación cotidiana. No busca el pan perfecto, sino uno con sentido, con historia, con intención. Prefiere mezclas semiintegrales, fórmulas versátiles que sirvan tanto para una hogaza como para un pan de molde. Su técnica favorita es la fermentación en frío durante más de ocho horas, con muy poca levadura. Y si bien usa masa madre de forma ocasional, conoce sus límites: el tiempo, las mermas, la logística doméstica.

“No vendo mi pan como el mejor —dice con humildad—. Lo que intento enseñar es que el mejor pan que uno puede comer es el que hace uno mismo”.

Para él, enseñar panadería es también enseñar paciencia. En su día a día, confiesa no ser precisamente paciente, pero reconoce que el pan ha sido un canal para aprender a esperar, observar y adaptarse. “La panadería me ayuda a canalizar”, resume.


Un libro, un proyecto, un sueño

En 2023 vio la luz su primer libro, Simplemente PAN, un proyecto compartido con Nayra, su compañera inseparable y mejor amiga desde hace más de 30 años. “Es como una hermana”, dice. Juntos han dado forma a un libro pensado para quienes se inician sin miedo y quieren disfrutar del pan sin complicarse.

Lejos de ser un manual técnico, Simplemente PAN recoge recetas caseras accesibles, sin pretensiones, y una filosofía de vida. Ahora Iván trabaja en una segunda publicación y sigue volcado en su labor formativa, abierta tanto a panaderos aficionados como a profesionales que quieren mejorar sus procesos.

Su proyecto personal, Panes con Garra, del que ya hablábamos al inicio, es mucho más que una web: es el espacio donde Iván comparte recetas, reflexiones y experiencias con un estilo cercano y didáctico, sin dejar de lado el humor y la autenticidad. Puedes seguirlo en redes a través de su cuenta @agarratupan, donde sigue fermentando su pasión por el pan, día tras día.


Un panadero con referentes

Aunque ha aprendido de muchos, Iván reconoce un referente claro: Jordi Morera. Su primer libro fue de Jordi. Su primer curso online, también. Y todavía recuerda con cariño el día que pudo sentarse a tomar un café con él en Las Palmas. “Es un loco panario”, dice entre risas, “y me confirmó que su filosofía era exactamente lo que yo creía que debía ser la panadería”.

También sigue de cerca el trabajo de otros como Beatriz Echeverría, Gluten Morgen o Iban Yarza.


Hacia el futuro

Iván sueña con poder vivir plenamente de su proyecto panadero. De momento, camina con paso firme, compaginando su trabajo habitual con la enseñanza, la escritura y la divulgación. No le cierra la puerta a nada: su límite, dice, es el cielo.

“Una casa que huele a pan recién hecho, huele a hogar.”

Y como anécdota, recuerda aquel café con Jordi Morera como uno de esos momentos que marcan. Diez años después, aún lo tiene presente: no por la foto, no por el título, sino por la cercanía de alguien que ama el pan tanto como él.

¿Conoces a alguien como Iván que merezca ser contado? Escríbenos.
En MaiorisBaker.com queremos seguir poniendo en valor a quienes le dan vida al pan.

3 comentarios en “Iván Alonso Jiménez”

  1. Talia Martín

    Iván es el mejor, sus elaboraciones están de muerte, los mejores panes y bollería que he probado. Llegará lejos con esa constancia, y siempre formándose e investigando para avanzar y aprender.

  2. Me parece una idea fantástica esto de dar voz a panaderos caseros. Hay tanto conocimiento, dedicación y pasión en lo que hacéis desde casa… que merece un altavoz como este. Enhorabuena, Iván, por el camino que estás construyendo.

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